Corfú, la isla en la que Úlises hizo su última parada surante su viaja a Ítaca, es una de las islas más volcadas en el turismo de todo el Mediterráneo. Sus impresionantes playas se combinan con numerosos lugares de interés cultural, y ofrece, además, una amplísima oferta de odio y deportes. Dispone de magníficas instalaciones hoteleras y zonas cosmopolitas, a muy escasos kilómetros de pueblos que han sabido conservar todo su encanto y sus tradiciones. Su litoral ofrece tanto zonas rocosas con abruptos acantilados, en la zona oeste, como bahías de apacibles aguas y playas paradisíacas de aguas cristalinas. Aparte de todo esto, la isla de Corfú posee una gran tradición cultural que se refleja en muchos de sus ambientes y en sus museos.